La transferencia de un embrión fecundado al útero de una mujer es una parte muy importante del proceso de fecundación in vitro.
Durante el proceso de transferencia de embriones hay que tener en cuenta algunas cosas, así como algunos riesgos y precauciones. Este artículo explica cómo funciona el proceso cuáles son los tipos de transferencia que existen.
¿Qué es una transferencia embrionaria?
La transferencia embrionaria consiste en extraer el óvulo de una mujer de sus ovarios y fecundarlo con esperma en un laboratorio.
La transferencia de embriones es la última parte del proceso de fecundación in vitro (FIV).
Durante la fecundación in vitro, se utilizan medicamentos que estimulan los ovarios para que liberen óvulos sanos.
A continuación, estos óvulos se extraen de los ovarios de la mujer y se fecundan en el laboratorio. Una vez que los óvulos fecundados se han multiplicado, los embriones se transfieren al útero de la mujer.
Para que comience el embarazo, el embrión debe adherirse a la pared de la matriz o el útero (implantación).
¿Cuándo es necesaria una transferencia embrionaria?
La FIV y la transferencia de embriones son necesarias en los casos en que la fecundación natural no es una opción o tiene dificultades para producirse. Los principales motivos son:
Endometriosis: se da cuando el tejido del útero se implanta y crece fuera del útero. Esto puede afectar al funcionamiento del aparato reproductor femenino.
Trastornos de la ovulación: si la ovulación es poco frecuente, hay menos óvulos disponibles para una fecundación exitosa.
Fallo ovárico prematuro: si los ovarios fallan, no producen cantidades normales de estrógeno ni liberan óvulos con regularidad.
Daños en las trompas de Falopio: las trompas de Falopio son el conducto por el que viajan los embriones para llegar al útero. Si las trompas se dañan, es difícil que los óvulos fecundados lleguen al útero.
Trastornos genéticos: algunos trastornos genéticos impiden que se produzca el embarazo.
Fibromas uterinos: los miomas son pequeños tumores benignos en las paredes del útero. Pueden interferir en la capacidad del óvulo para implantarse en el útero, impidiendo el embarazo.
Deterioro de la producción de esperma: la baja producción de esperma, la baja movilidad de los espermatozoides, los daños en los testículos o las anomalías en el semen también son motivos por los que puede fallar la fecundación natural.
Tipos de transferencias embrionarias
Para extraer y fecundar los óvulos durante la fecundación in vitro, los médicos suelen seguir siempre el mismo proceso; pero una vez producida la fecundación, existen diferentes opciones para la transferencia embrionaria:
Transferencia de embriones frescos: una vez fecundados los óvulos, se cultivan durante 1 o 2 días y se eligen los mejores embriones para transferirlos directamente al útero de la mujer.
Transferencia de embriones congelados: los embriones sanos que no se hayan utilizado en la primera transferencia pueden congelarse y almacenarse para su uso futuro.
Transferencia de embriones de blastocitos: si se desarrollan muchos embriones sanos tras la fecundación, es habitual esperar para ver si los embriones se convierten en blastocistos. Según los estudios, la transferencia de embriones en blastocisto tiene un mayor índice de éxito que la transferencia estándar.
Incubación asistida: el proceso de incubación asistida (que debilita la capa externa del embrión antes de transferirlo al útero) no mejora las tasas de embarazo e implantación en las mujeres a las que se transfieren embriones frescos. Sin embargo, los investigadores han observado que las mujeres que se someten a la implantación de embriones congelados sí se benefician del tratamiento de sus embriones mediante este sistema.