La inseminación artificial es una técnica de reproducción asistida sencilla y poco invasiva que consiste en la introducción de una muestra de semen en el útero de la mujer con el objetivo de favorecer la fecundación, facilitando el encuentro entre el espermatozoide y el óvulo. A diferencia de la fecundación in vitro, no se realiza extracción de los óvulos.
Se distinguen dos tipos de inseminación artificial en función de la procedencia del semen: La Inseminación Artificial Conyugal (IAC), en la que el esperma depositado en la paciente procede de su pareja, y la Inseminación Artificial por Donante (IAD), en la que se emplea una muestra seminal procedente de un banco de esperma autorizado. Para realizar la IAC se necesitan unos valores mínimos de seminograma, en especial en los valores de recuperación de espermatozoides móviles (REM). Además, no debe sospecharse obstrucción en las trompas.
Estimulación ovárica
Tanto la IAC como la IAD necesitan un protocolo de estimulación ovárica para asegurar un correcto desarrollo de los folículos que contienen los óvulos y coordinar el momento de la inseminación con los espermatozoides. Para ello debe administrarse una medicación que principalmente consiste en hormonas inyectables. Las dosis son bajas y la medicación es muy fácil de administrar ya que generalmente es subcutánea (como la insulina en los pacientes diabéticos). El crecimiento de los folículos ováricos debe controlarse a través de una ecografía vaginal periódicamente hasta que se alcanza un tamaño adecuado. Este proceso de medicación y control dura aproximadamente entre 10 y 12 días.
Inseminación
El día de la inseminación, en el laboratorio, se prepara la muestra de esperma para optimizar su calidad y así aumentar las probabilidades de fecundación. Esta preparación permite seleccionar y concentrar los espermatozoides de mejor movilidad, descartando aquellos muertos, inmóviles o que se desplacen lentamente. La inseminación artificial se realiza en consulta, sin sedación y sin necesidad de pasar por quirófano. Tras la colocación de un espéculo, se introduce la muestra de semen preparada mediante una cánula hasta el interior del útero.
¿Cuándo está recomendada?
La inseminación artificial se puede realizar con una muestra de esperma de donante o de la pareja. Este tratamiento se recomienda para:
- Mujeres con buen número de óvulos de calidad y sin pareja masculina.
- Mujeres con alteraciones en la ovulación.
- Mujeres con alguna alteración en la entrada del útero.
- Parejas heterosexuales en las que el hombre presenta anomalías leves o moderadas en la calidad de los espermatozoides.
- Parejas heterosexuales en las que el hombre sea portador de una enfermedad genética. Si esta enfermedad no puede ser estudiada en los embriones, nuestro equipo médico recomendará utilizar esperma de un donante.
¿Qué eficacia tiene?
La inseminación artificial, por ser un tratamiento de baja complejidad, ofrece tasas de embarazo inferiores a otros tratamientos de reproducción asistida, pero superiores respecto a las de una relación sexual.
- La eficacia de esta técnica es de un 15-20% por ciclo con semen del cónyuge y del 25-35% con semen de banco.
- Las posibilidades de embarazo dependen en cada caso de muchos factores (edad, reserva ovárica, historial médico y reproductivo, etc.)
Tasas de éxito
La posibilidad de embarazo de cada pareja depende de varios factores como la Edad, la Causa de Esterilidad, y el Tratamiento de Reproducción Asistida al que va a someterse.
La tasa de éxito acumulada es el resultado de gestación tras varios intentos de inseminación.
CARHA participa en el Registro de la SEF (Sociedad Española de Fertilidad), publicando anualmente sus tasas de embarazo.
IAC | |
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TASA DE EMBARAZO POR CICLO | 25% |
TASA DE EMBARAZO ACUMULADA (TRAS VARIOS CICLOS DE IAC) | 33% |
IAD | |
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TASA DE EMBARAZO POR CICLO | 25% |
TASA DE EMBARAZO ACUMULADA (TRAS VARIOS CICLOS DE IAD) | 50% |
*Nota: Tasas recogidas en 2018