Hay muchos problemas potenciales que pueden causar infertilidad, pero lo que hay que subrayar en primer lugar es que la infertilidad es algo que puede resultar de problemas reproductivos tanto masculinos como femeninos.
En el último siglo, el recuento medio de espermatozoides masculinos ha disminuido a la mitad. No sabemos cuál es la causa principal, pero es probable que se deba a nuestro entorno, a lo que comemos y a los cambios en nuestro estilo de vida. Tendemos al sedentarismo y esto repercute negativamente en nuestro recuento de espermatozoides.
Si analizamos el resto de las causas, podemos dividirlas en tres categorías: un problema con los óvulos de la mujer, una anomalía estructural en la pelvis de la mujer y una infertilidad inexplicada.
Calidad de los óvulos de la mujer
En primer lugar, puede haber un problema de óvulos en la mujer. Las mujeres nacen con la totalidad de sus óvulos. No pueden fabricar más ni de mejor calidad. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es intentar preservar la calidad de sus óvulos a medida que envejecemos.
No hay forma de comprobar la calidad de los óvulos en los ovarios, pero sí se puede medir aproximadamente su número. Esto se puede hacer mediante un simple análisis de sangre que mide una hormona producida por las pequeñas células que rodean al óvulo llamada hormona Antimülleriana, a menudo abreviada como AMH. Cuanta más AMH, más óvulos es probable que tenga. Sin embargo, es mejor ser joven con una HAM baja que mayor con una AMH alta. Tener una AMH alta a los 40 significa que tenemos un gran número de óvulos de 40 años, pero es menos probable que sean de calidad como cuando éramos más jóvenes.
También podemos comprobar el número potencial de óvulos midiendo el recuento de folículos antrales (AFC). Los folículos antrales son pequeños sacos llenos de líquido que se encuentran en el ovario y que pueden medirse mediante ecografía. Cuanto mayor sea el recuento de folículos antrales, mayor será el número de óvulos.
Lo siguiente que necesitamos saber sobre los óvulos es si se liberan con regularidad. Un problema común es lo que llamamos infertilidad anovulatoria, en la que la mujer tiene óvulos, pero no los libera. Una vez más, un par de pruebas sencillas pueden comprobar si los óvulos se liberan en el momento adecuado.
Sin embargo, un indicador muy útil de la ovulación es la menstruación. Si son regulares y predecibles, es muy probable que esté ovulando. Si son irregulares o imprevisibles, es menos probable. Normalmente, esto puede tratarse fácilmente, siempre que haya óvulos.
Estructura de la pelvis
En segundo lugar, puede haber una anomalía estructural en la pelvis de la mujer, sobre todo en las trompas de Falopio, que son las principales estructuras que permiten el paso de los óvulos desde el ovario y de los espermatozoides hasta el óvulo.
La fecundación tiene lugar en estas trompas, que pueden resultar dañadas u obstruidas por una infección, en particular por un microbio llamado Chlamydia, que suele ser el principal culpable.
Y lo que es más importante, los pequeños pelos que recubren los tubos, los cilios, pueden resultar dañados por una infección. Los cilios transportan el óvulo fecundado, el embrión, hasta el útero, donde puede implantarse en el endometrio. Aquí es donde puede establecerse el embarazo.
Una ecografía suele detectar cualquier anomalía en el útero o en las trompas que pueda afectar a la fertilidad, pero a veces es necesario realizar pruebas más complejas para ver si las trompas están obstruidas.
Infertilidad por causas desconocidas
Cuando se han realizado todas estas pruebas, puede ocurrir que no se encuentre ninguna anomalía en el esperma, el óvulo o el útero. En estos casos, se diagnostica una infertilidad inexplicada.
Eso no quiere decir que no pase nada, sino que las pruebas estándar no han descubierto ninguna anomalía significativa. Es posible que la pareja no lo haya intentado durante el tiempo suficiente o en el momento equivocado del ciclo femenino.
Es de vital importancia que recibas el asesoramiento adecuado sobre tu fertilidad y se realicen las pruebas en una clínica de confianza.
Una vez que se haya encontrado una causa, incluso en los casos de infertilidad inexplicada, se podrá iniciar el tratamiento adecuado.