¿Sabías qué…?

La enfermedad conocida como Covid-19 está causada por un tipo de virus denominado SARSCoV-2, el cual lleva entre nosotros varios meses. En marzo, la mayoría de los países europeos tuvieron que tomar medidas drásticas y llevarnos a un confinamiento estricto durante varios meses. Esto llevó a que muchas personas abandonasen la idea de ser padres y madres debido al miedo al virus y a la falta de medios económicos.

La Sociedad Española de Fertilidad (SEF) afirma que los tratamientos de reproducción asistida fueron paralizados alrededor de un mes, debido a la grave crisis sanitaria por el Covid-19. Una de las  principales consecuencias que esto ha tenido es que hay al menos 3500 embarazos menos, algo que va a suponer una disminución importante de la natalidad en España (los nacimientos por reproducción asistida representan entorno al 9% del total de nacimientos). Además, hay que añadir que todos los pacientes no se realizarán tratamientos debido a que sus circunstancias han cambiado. En el caso de las pacientes que son mayores de 38 años, la pandemia las ha dejado en una situación en la que no pueden perder el tiempo, cada mes es necesario para conseguir un embarazo con sus propios óvulos.

También, se ha visto incrementado el número de rupturas de parejas y el número de mujeres que acuden a ser madres solteras o que piensan en la conservación de la fertilidad.

¿Y cómo podría afectar el COVID-19 a una embarazada o futuro embarazo?

Desde el principio se sospechó que el grupo de mujeres embarazadas podría ser más vulnerable ante la infección por el virus SARSCoV2 y ,por eso, se paralizaron todos los tratamientos de fertilidad. Pero durante todos los meses que llevamos conviviendo con el virus, se han ido realizando múltiples estudios en los que se han podido investigar diferentes situaciones en mujeres embarazadas, sin llegar a observar una mayor incidencia de COVID-19 en este grupo de población.  Además, no se ha encontrado evidencia científica que haga referencia a la afectación de los gametos (espermatozoides y óvulos) por el virus, ni se ha demostrado que haya transmisión directa de la madre al hijo o un mayor riesgo de aborto. Aunque esto, no descarta el riesgo de complicaciones; como problemas de hipertensión, parto por cesárea o parto prematuro, al igual que puede ocurrir con otro tipo de infecciones.

Los expertos de la Sociedad Española de fertilidad (SEF) y la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR) recuerdan que la biología no se detiene y que demorar los tratamientos de reproducción asistida implica una reducción de las posibilidades de éxito.

Desde clínica CARHA, queremos ayudaros a conseguir vuestro sueño y no seguir retrasándolo. Esta pandemia puede alargarse durante mucho tiempo, pero NO vuestra fertilidad.